8 de Abril del 2012
Elecciones
¿Cuántos votos resta Chío?
Los ganaderos son de los que más problemas tienen con el actual Ministro
Si una elección se gana con votos, se supone que los candidatos y sus partidos prestan atención a aquellas cosas que le restan votos y tratan de solucionarlas a tiempo, antes de las elecciones.
En el caso de la candidatura de Danilo Medina y su partido, a quien debo reconocer que cada vez que escucho me sorprende más por su manejo de cifras, datos, coherencia en el discurso y conocimiento de la realidad del país y del mundo, no parece ser así.
El discurso de inclusión económica que Danilo Medina promueve es un discurso interesante, aunque lamentablemente no creo que conecte con una población que a fuerza de hambre y de haber ingerido poca proteína en su infancia y actualidad entiende poco o muy poco; y que aunque ha votado por el academicista de Leonel, no por su profundidad (que no la tiene) sino más bien precisamente porque no lo entiende, esto se ha dado porque la confusa retahíla de "conceptualizaciones" de Leonel no necesitan tener coherencia, sino más bien impresionar.
En realidad, el discurso político del Presidente de turno, parece más bien, el arte perfecto de sumar palabras. Gobernabilidad democrática, crisis mundial, progreso, estado de derecho, globalización, especulación, mercados internacionales, etc, que se mezclan con pocos verbos y conjunciones para dar el discurso perfecto.
Para repetirlo hasta la saciedad, paga RD$6,000 millones de pesos en papagayos enganchados a periodistas para que lo descifren. El discurso de Danilo es más aterrizado, realista y profundo, pero precisamente por eso, no seduce ni confunde, y sencillamente, no puede ser problematizado por un pueblo azotado por la ignorancia.
Pero su profundidad y realidad (además de sus no muy buenos dotes de oratoria) impiden que deslumbre. Además, los pocos que sí logran entender el discurso del candidato, y entonces se recuerdan que tiene a su lado a Margarita, entran entonces en una verdadera duda existencial. Pero volvamos al tema.
El martes pasado tuve la oportunidad de participar en una asamblea de productores de arroz en Ranchito, La Vega, y durante los más de tres horas que duró, hablaron más de veinte productores, todos echando pestes sobre el ministro de Agricultura y amenazando con lanzarse a las calles sino recibían precios justos. ¿Será que son pepehachistas?
Allí, uno de ellos, Oliverio Espaillat, ex presidente de Fenarroz, contó como desde el Ministerio usurparon recientemente su nombre en la prensa, poniendo palabras que nunca usó. Me recordó el Foro Público usado por los más abyectos esbirros de la Dictadura.
Hace dos meses exactamente, estuve presente en San Francisco de Macorís, en una reunión de productores agropecuarios con el candidato del PLD y allí el 90% de los que hablaron, mostraron su descontento con el equipo agropecuario del Gobierno.
Recuerdo ver a un Danilo impávido anotando todo y escuchando como quien no quisiera, la sarta de verdades que allí dijeron los productores. Lamentablemente nada cambió.
Polín Germosén, productor de Reforma Agraria y muy conocido en todas las correrías, contó como el actual ministro de Agricultura le había ofrecido dinero para que lo ayudara a desmovilizar una marcha de los arroceros, y nunca cumplió con su parte, provocando la desesperación entre los parceleros.
Terminó su alocución frente a Danilo, calificando a Chío "como el jefe de campaña del partido blanco". Danilo ni se rió, siguió anotando nombres y comentarios como si hubiera sido escribano en Arroyo Cano.
El pasado domingo estuve recorriendo los verdes campos de San Juan, Pedro Corto, Las Matas y los hermosos maizales que se levantan en el Valle. Allí el grito es similar. El ministro de Agricultura no ha ido a esta provincia, y ahora es mejor que no vaya.
Me contaron por allá que hace unos días, en una de los últimas marchas de Danilo en Mao, Valverde, (en el otro extremo) Chío Jiménez asomó la cabeza por el Sunroof de la Jeepeta, y fue tanto el abucheo que recibió de los presentes que no tardó más de cinco minutos en volver adentro y esconderse para que no lo vieran.
En La Vega entera hay un clamor, productores de pollo, de arroz, ganaderos, empresarios comerciales y gente común, se sienten traicionados por él. Es tan grande el descontento que hasta el Senador y el Gobernador de la provincia, ambos peledeístas, han pedido públicamente la cabeza del Ministro.
Leonel no los ha escuchado, deberá estar muy ocupado en otras cosas. La última, y más larga de las controversias, es la que tiene que ver con las importaciones. Por un lado los productores afirman que existe una mafia importadora, y por otra, el ministro de Agricultura la niega vehementemente.
Para colmo, quien debería ser árbitro y preocuparse por enfrentar este problema, puso la investigación en manos de los imputados, ya la historia Ud. la conoce. Los productores se sienten ahora, más burlados que nunca.
Los ganaderos son de los que más problemas tienen con el actual Ministro. Por un lado el CONALECHE, en manos de él (por primera vez), está totalmente inutilizado e impedido de cumplir su rol regulador y de fomento.
Por otro lado y gracias a la negligencia de éste, los préstamos del CONALECHE son nulos, así como la discusión sobre costos y rentabilidad, la instalación de centros de acopio, el fomento a las cooperativas, etc., etc., etc.
A eso súmele las siguientes grandes mentiras: 1- Un cheque sin fondos de 300 millones que Leonel Fernández entregó a los ganaderos y que cuelga sin cambiar en el salón de conferencia de CONALECHE desde 2007. 2- En 2009 el presidente Leonel Fernández prometió en su discurso ante la Asamblea Nacional que iba a duplicar el presupuesto de CONALECHE.
Eso nunca se materializó. 3- El Ministerio de Agricultura debe no sé cuantos millones del subsidio creado en 2007-2008. El problema es que con cada enfrentamiento, con cada altanería, con cada mentira, sólo se ganan malquerencias, y las malquerencias en las elecciones se convierten en adversarios, un poco más que votos.
La realidad es que las arbitrariedades, negligencias, desaciertos y arrogancias del ministro de Agricultura y del equipo agropecuario del Gobierno, han creado una situación muy difícil para el PLD en las zonas rurales del país. Cada acción crea su reacción.
La acción de abandono y golpeo ha creado una acción superior, ha activado políticamente un sector económico que tenía muchos años dormido. Y fíjese que el productor agropecuario, no representa solo su voto, tiene familias, trabajadores, vecinos, socios, suplidores, compradores, y hace vida pública en la comunidad.
En muchas comunidades la Asociación de Productores es la asociación más importante del pueblo, en todos los casos, una fuerza viva con la cual hay que contar. Más bien el productor agropecuario organizado, impacta en todo el tejido social de las comunidades rurales, y, además, su posición también impacta en la ciudad.
No sé a ciencia cierta cuántos votos le restará Chío a Danilo Medina. Quizás el 20 de mayo se sepa la cantidad exacta. Ahora bien, lo que si sé y estoy seguro, es que quedará como lección para cualquiera de los gobiernos que vengan (de cualquiera de los partidos), la necesidad de ejecutar una política agropecuaria distinta a la actual, o pagarán caro los resultados, tarde o temprano.
En el caso de la candidatura de Danilo Medina y su partido, a quien debo reconocer que cada vez que escucho me sorprende más por su manejo de cifras, datos, coherencia en el discurso y conocimiento de la realidad del país y del mundo, no parece ser así.
El discurso de inclusión económica que Danilo Medina promueve es un discurso interesante, aunque lamentablemente no creo que conecte con una población que a fuerza de hambre y de haber ingerido poca proteína en su infancia y actualidad entiende poco o muy poco; y que aunque ha votado por el academicista de Leonel, no por su profundidad (que no la tiene) sino más bien precisamente porque no lo entiende, esto se ha dado porque la confusa retahíla de "conceptualizaciones" de Leonel no necesitan tener coherencia, sino más bien impresionar.
En realidad, el discurso político del Presidente de turno, parece más bien, el arte perfecto de sumar palabras. Gobernabilidad democrática, crisis mundial, progreso, estado de derecho, globalización, especulación, mercados internacionales, etc, que se mezclan con pocos verbos y conjunciones para dar el discurso perfecto.
Para repetirlo hasta la saciedad, paga RD$6,000 millones de pesos en papagayos enganchados a periodistas para que lo descifren. El discurso de Danilo es más aterrizado, realista y profundo, pero precisamente por eso, no seduce ni confunde, y sencillamente, no puede ser problematizado por un pueblo azotado por la ignorancia.
Pero su profundidad y realidad (además de sus no muy buenos dotes de oratoria) impiden que deslumbre. Además, los pocos que sí logran entender el discurso del candidato, y entonces se recuerdan que tiene a su lado a Margarita, entran entonces en una verdadera duda existencial. Pero volvamos al tema.
El martes pasado tuve la oportunidad de participar en una asamblea de productores de arroz en Ranchito, La Vega, y durante los más de tres horas que duró, hablaron más de veinte productores, todos echando pestes sobre el ministro de Agricultura y amenazando con lanzarse a las calles sino recibían precios justos. ¿Será que son pepehachistas?
Allí, uno de ellos, Oliverio Espaillat, ex presidente de Fenarroz, contó como desde el Ministerio usurparon recientemente su nombre en la prensa, poniendo palabras que nunca usó. Me recordó el Foro Público usado por los más abyectos esbirros de la Dictadura.
Hace dos meses exactamente, estuve presente en San Francisco de Macorís, en una reunión de productores agropecuarios con el candidato del PLD y allí el 90% de los que hablaron, mostraron su descontento con el equipo agropecuario del Gobierno.
Recuerdo ver a un Danilo impávido anotando todo y escuchando como quien no quisiera, la sarta de verdades que allí dijeron los productores. Lamentablemente nada cambió.
Polín Germosén, productor de Reforma Agraria y muy conocido en todas las correrías, contó como el actual ministro de Agricultura le había ofrecido dinero para que lo ayudara a desmovilizar una marcha de los arroceros, y nunca cumplió con su parte, provocando la desesperación entre los parceleros.
Terminó su alocución frente a Danilo, calificando a Chío "como el jefe de campaña del partido blanco". Danilo ni se rió, siguió anotando nombres y comentarios como si hubiera sido escribano en Arroyo Cano.
El pasado domingo estuve recorriendo los verdes campos de San Juan, Pedro Corto, Las Matas y los hermosos maizales que se levantan en el Valle. Allí el grito es similar. El ministro de Agricultura no ha ido a esta provincia, y ahora es mejor que no vaya.
Me contaron por allá que hace unos días, en una de los últimas marchas de Danilo en Mao, Valverde, (en el otro extremo) Chío Jiménez asomó la cabeza por el Sunroof de la Jeepeta, y fue tanto el abucheo que recibió de los presentes que no tardó más de cinco minutos en volver adentro y esconderse para que no lo vieran.
En La Vega entera hay un clamor, productores de pollo, de arroz, ganaderos, empresarios comerciales y gente común, se sienten traicionados por él. Es tan grande el descontento que hasta el Senador y el Gobernador de la provincia, ambos peledeístas, han pedido públicamente la cabeza del Ministro.
Leonel no los ha escuchado, deberá estar muy ocupado en otras cosas. La última, y más larga de las controversias, es la que tiene que ver con las importaciones. Por un lado los productores afirman que existe una mafia importadora, y por otra, el ministro de Agricultura la niega vehementemente.
Para colmo, quien debería ser árbitro y preocuparse por enfrentar este problema, puso la investigación en manos de los imputados, ya la historia Ud. la conoce. Los productores se sienten ahora, más burlados que nunca.
Los ganaderos son de los que más problemas tienen con el actual Ministro. Por un lado el CONALECHE, en manos de él (por primera vez), está totalmente inutilizado e impedido de cumplir su rol regulador y de fomento.
Por otro lado y gracias a la negligencia de éste, los préstamos del CONALECHE son nulos, así como la discusión sobre costos y rentabilidad, la instalación de centros de acopio, el fomento a las cooperativas, etc., etc., etc.
A eso súmele las siguientes grandes mentiras: 1- Un cheque sin fondos de 300 millones que Leonel Fernández entregó a los ganaderos y que cuelga sin cambiar en el salón de conferencia de CONALECHE desde 2007. 2- En 2009 el presidente Leonel Fernández prometió en su discurso ante la Asamblea Nacional que iba a duplicar el presupuesto de CONALECHE.
Eso nunca se materializó. 3- El Ministerio de Agricultura debe no sé cuantos millones del subsidio creado en 2007-2008. El problema es que con cada enfrentamiento, con cada altanería, con cada mentira, sólo se ganan malquerencias, y las malquerencias en las elecciones se convierten en adversarios, un poco más que votos.
La realidad es que las arbitrariedades, negligencias, desaciertos y arrogancias del ministro de Agricultura y del equipo agropecuario del Gobierno, han creado una situación muy difícil para el PLD en las zonas rurales del país. Cada acción crea su reacción.
La acción de abandono y golpeo ha creado una acción superior, ha activado políticamente un sector económico que tenía muchos años dormido. Y fíjese que el productor agropecuario, no representa solo su voto, tiene familias, trabajadores, vecinos, socios, suplidores, compradores, y hace vida pública en la comunidad.
En muchas comunidades la Asociación de Productores es la asociación más importante del pueblo, en todos los casos, una fuerza viva con la cual hay que contar. Más bien el productor agropecuario organizado, impacta en todo el tejido social de las comunidades rurales, y, además, su posición también impacta en la ciudad.
No sé a ciencia cierta cuántos votos le restará Chío a Danilo Medina. Quizás el 20 de mayo se sepa la cantidad exacta. Ahora bien, lo que si sé y estoy seguro, es que quedará como lección para cualquiera de los gobiernos que vengan (de cualquiera de los partidos), la necesidad de ejecutar una política agropecuaria distinta a la actual, o pagarán caro los resultados, tarde o temprano.
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