sábado, 23 de marzo de 2013

La piel a través del arte


DERMATOLOGÍA | Selección de pinturas

La piel a través del arte

Primer plano de La Gioconda
Vea La Gioconda y otros cuadros analizados en ESTA GALERÍA.| EM
  • Artistas como Picasso o Goya 'retratan' distintas enfermedades de la piel
  • Vea algunos de los cuadros analizados en ESTA GALERÍA
  • Fuente:http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/03/22/pielsana/1363972845.html
La estética y la atención sobre el aspecto de la piel no es una preocupación moderna. El arte, a través de la pintura y la fotografía, ha recogido numerosos ejemplos de modas que han dejado huella en las personas para bien o para mal. Leonardo Da Vinci es uno de los mejores ejemplos sobre esta especial sensibilidad que puede verse en algunos de sus cuadros.
La Gioconda, por ejemplo, no luce cejas ni pestañas. Según una nota publicada en la revista 'Archives of Dermatology', aunque la razón se desconoce, se barajan dos explicaciones. "Puede que por aquel entonces ya estuviera de moda depilarse las cejas o que Leonardo Da Vinci sí las pintase, pero con el tiempo se borraran del rostro de Mona Lisa". Teoría, esta última, que cuenta con el apoyo de un ingeniero francés que usó una cámara de alta definición para fotografiar esta obra de arte y encontró restos de lo que en su día debió de ser la ceja izquierda.
A falta de una respuesta definitiva, lo cierto es que La Gioconda no es el único ejemplo de cómo Leonardo Da Vinci plasmó en sus lienzos algunos aspectos relacionados con la dermatología. En su obra 'Comparación de la piel del cuero cabelludo y la cebolla', el pintor equipara el corte de una cebolla con el corte de una cabeza de un hombre, donde se observan todas las capas de la misma manera que si se cortara la cabeza de un hombre, se vería el pelo, el cuero cabelludo, la carne muscular, el cráneo, el cerebro, etc. Como explica el autor de la nota del 'Archives of Dermatology', "sólo una mente tan brillante podría hacer una comparativa entre una cebolla y la calvicie".
Ni estas obras son casos aislados ni Da Vinci es el único que incluye motivos dermatológicos en sus cuadros. Un estudio realizado en la Universidad de Cádiz hace un repaso por las pinacotecas más importantes del mundo (como el Museo del Prado, el Louvre -París-, Museo de Arte Moderno de Nueva York o Alte Pinakothek -Munich) y confirma la presencia de más de una docena de enfermedades o alteraciones de la piel en 25 obras, en los que destacan nombres como Francisco de Goya, Picasso o Bartolomé Esteban Murillo.
Tal y como señala la autora de este trabajo de investigación, Gertrud Brandl, en 'La Boda' (de Goya), aparece un niño al que le falta pelo. Los expertos aseguran que padece tiña, una infección de la piel causada por un hongo que puede afectar al cuero cabelludo y las uñas de los pies. En otra de sus pinturas, 'La familia de Carlos IV', María Josefa de Borbón presenta queratosis seborreica, una lesión benigna y "no un melanoma como habían pensado algunos".
La tiña es una de las infecciones más tratadas en las obras pictóricas de los siglos XVII y XVIII. En 'Santa Isabel de Hungría curando a los niños', Bartolomé Esteban Murillo 'relata' una escena en la que Santa Isabel está lavando la cabeza de unos niños con esta patología. "Hace 200 años había mucha miseria y la tiña era un problema de salud pública importante", puntualiza Joaquín Calap, catedrático de Dermatología de la Universidad de Cádiz y supervisor del trabajo de Brandl.
En su tesis, la doctora Brandl encontró una obra, 'Viejo con su nieto', de Domenico Ghirlandaio, en la que se distingue con gran claridad cómo es la rinofima. Se trata de "una condición derivada de una forma grave de rosácea que conlleva una notable desfiguración de la nariz", argumenta el Calap.
Ejemplos como éste, explica, son muy útiles para enseñar e ilustrar a los alumnos las distintas enfermedades de la piel. "Cuando ven imágenes como la de la rinofima, se van a acordar toda su vida".
Lo mismo ocurre con la lipodistrofia. Probablemente, cuando los estudiantes de la Universidad de Cádiz escuchen esta palabra, recordarán 'Dos hombres desnudos', de Pablo Ruiz Picasso. En este lienzo, el hombre de la derecha tiene una atrofia en la mejilla (lipodistrofia), es decir, ha perdido grasa en esta zona y por eso la mejilla se hunde hacia dentro. "Si el modelo hubiera sido posterior a 1980, podría pensarse en casos de sida", ya que dicho síndrome está asociado a algunos tratamientos antirretrovirales.
Picasso también dibujó otras afecciones cutáneas, como elmelanoma maligno, en el famoso cuadro 'Las señoritas de Avignon'. Un tema que también suscitó el interés de otro reconocido pintor, Francis Bacon, en 'Head of woman'.
Por su parte, Jacob Jordaen reflejó en 'Los cuatro evangelistas' el síndrome de Favre-Racouchot, caracterizado por comedones, arrugas, quistes foliculares y surcos en la piel. Los expertos aseguran que sus personajes también muestran síntomas de dermatitis actínica (por exposición solar) y posiblemente carcinomas.
Además, en 'Las Meninas' de Velázquez se pueden observar alteraciones en la piel de la infanta Margarita de Austria. Lo que se conoce como manchas de café o melasmas. Aparecen sobre todo en la cara, la frente y las mejillas.
Y la lista sigue. Ya sean las malformaciones vasculares de Gertrudis Gómez de Avellaneda, las lesiones pigmentadas de Enrique IV o la dermatitis atópica de La Gioconda, ninguna se 'escapa' del pincel del artista. Hoy, estas obras ayudan a los alumnos de medicina a visualizar cada una de las afecciones de la piel que estudian en la carrera.


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