viernes, 24 de mayo de 2013

Las Expediciones de Junio de 1959, 2da Parte.


Las Expediciones de Junio de 1959, 2da Parte.
Este ensayo fue originalmente presentado con muy pocas páginas en el Curso contra el olvido. Hacia la recuperación de la memoria históricanacional, celebrado por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en el Museo Nacional de Historia y Geografía el 7 de diciembre de 1990. Dos años después y un poco ampliado fue publicado en la revista Estudios Sociales, Año XXV, Nº 88, pp. 35-66, Santo Domingo, abril-junio de 1992. Siete años más tarde, nuevamente ampliado y corregido, se publicó en la desaparecida revista Ecos, Año 6, Nº 7, pp. 11-56, Santo Domingo, abril-junio de 1999, órgano del Instituto de Historia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Hoy se reedita en la revista Clío por el hecho de que un profesor de la Escuela de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y antiguo director de su Instituto de Historia, ha tenido el descaro de reproducir en su blog “Notícialas históricas dominicanas” plagiándolas, partes de este ensay sin señalar la fuente y, lógicamente, sin mi autorización
Emilio Cordero Michel
Miembro de Número, presidente de la Junta Directiva de la Academia Dominicana de la Historia y editor de esta revista.
Fuente; Revista CLIO. Órgano de la Academia Dominicana de la Historia. Núm. 177-04. Año 2009.
Integración del Movimiento de Liberación Dominicana (MLD)
Después que Fidel Castro inició a fines de enero de 1959 en la Universidad Central de Venezuela (Caracas), la colecta pública de fondos para derrocar a Trujillo y de comprometerse frente a los dirigentes de la UPD de Venezuela a prestarles todo tipo de ayuda para pagar la deuda contraída por el pueblo cubano con Máximo Gómez, el 29 de marzo, en La Habana, quedó constituido el Movimiento de Liberación Dominicana (MLD) y su brazo armado, el Ejército de Liberación Dominicana (ELD).
Las organizaciones participantes fueron las enunciadas anteriormente, firmantes de la Declaración de La Habana. El marxista Movimiento Popular Dominicano no quiso integrarse al MLD por considerar que la lucha contra Trujillo había que realizarla desde dentro del país y no desde el exilio. Ni el Partido Revolucionario Dominicano, lidereado por Juan Bosch, ni Vanguardia Revolucionaria Dominicana, dirigida por Horacio Julio Ornes Coiscou, ni muchos otros pequeñosgrupos de tendencia marcadamente conservadora o derechista, quisieron formar parte del MLD.
Es más, algunos hicieron todo lo posible por denunciar y sabotear las Expediciones de Junio de 1959 bajo la acusación de estar controladas por los comunistas, como fueron los casos de Luis Aquiles Mejía (MLD) y Angel Miolán (PRD), quienes el 26 y 29 de junio, respectivamente, fueron a la Embajada de los Estados Unidos en Caracas a hacer tales denuncias a fin de evitar una segunda Cuba, ante el primer secretario de embajada, John M. Cates Jr., y los segundos secretarios de embajada, Robert G. Cox y Sam Moskowitz, según consta en el despacho No. 5 de1 1º de julio de 1959 al Departamento de Estado
(Archivos Nacionales de los Estados Unidos de América. Departamento de Estado (ANEU.DE.) Washington. Secciones 739.00/0; 739.00/2; 739.00/3; 739.00/4; 739.00/5; 739.00/7; 739.00/12 y 739/00/W (7). Agradezco al Lic. Bernardo Vega Boyrie haberme gentilmente facilitado el acceso a esa información microfilmada de los archivos de Washington que guarda en su biblioteca)
El MLD fue un frente político pluralista, que aglutinó a lo más sano y valioso del exilio, hombres de diversas ideologías y de diferentes clases sociales, caracterizados por un elemento y objetivo comunes: su anti trujillismo y la patriótica decisión de liberar al pueblo dominicano de la tiranía que lo oprimía.

Programa Mínimo del MLD y Manifiesto al Pueblo Dominicano

El Comité Central Ejecutivo del MLD se encargó de redactar el Programa Mínimo de Liberación Nacional y el Manifiesto al Pueblo Dominicano, que se harían del conocimiento de todos los dominicanos, fuera y dentro del país, por diferentes medios de comunicación.
Dicho programa, como se desprende de su nombre, contenía los puntos mínimos que unían a los exiliados de las diferentes tendencias políticas e ideológicas, así como los objetivos de la revolución que se iniciaría con la lucha armada contra la tiranía. Su contenido era revolucionario porque perseguía conquistas enmarcadas dentro de la liberación del pueblo dominicano, al propugnar abiertamente por el derrumbamiento del régimen trujillista, y la implantación de una serie de medidas económicas, sociales, políticas e internacionales de puro corte democrático-burgués, muchas de las cuales, todavía en nuestros días no han podido alcanzarse.
En su esencia, el Programa Mínimo planteaba la liberación nacional, por la que tantos pueblos han estado luchando desde la conclusión de la II Guerra Mundial y, particularmente, a partir de la Conferencia de Bandung de 1955. Esto así, porque liquidar los monopolios trujillistas y de capital extranjero, reformar el sistema tributario, implantar una profunda reforma agraria que beneficiara al campesinado, elevar el nivel cultural de la población, establecer un sistema de seguridad social que abarcara a los sectores populares, desarrollar una política económica de empleo total, fortalecer la independencia nacional y aplicar una política internacional independiente, basada en el mantenimiento y robustecimiento de relaciones amistosas y en pie de igualdad con todos los países del mundo, encarnaban objetivos verdaderamente democráticos.

El Ejército de Liberación Dominicana (ELD)
A mediados de marzo de 1959, en una finca ganadera de un batistiano confiscada por el Gobierno Revolucionario Cubano llamada Rancho Mil Cumbres, ubicada en la Cordillera de losÓrganos, cerca de la población Diego Núñez, en la Provinciade Pinar del Río, se concentraron los integrantes del Ejército de Liberación Dominicana (ELD) y, de inmediato, comenzó el entrenamiento militar de unos 261 combatientes: 211 dominicanos, 20 cubanos, 13 venezolanos, 9 puertorriqueños, 3 norteamericanos, 3 españoles, 1 guatemalteco y 1 nicaragüense, de los cuales no todos arribaron a tierra dominicana.
Había, además, 4 compatriotas en calidad de combatientes: Dominicana Perozo, hermana de Manuel de Js. Perozo (Masú), quien vino por Estero Hondo, perteneciente a la familia mártir de Santiago; Dulce Díaz, igualmente de Santiago; Betty Rodríguez, de Bonao; y Linda Ortiz, de Santo Domingo. Estas 4 mujeres, además de entrenarse como cualquier otro miembro del ELD, lavaban la ropa de los expedicionarios, cocinaban para toda la tropa, hacían la limpieza de las “chabolas” en que dormían los integrantes del ELD y fungían de enfermeras.
Al acercarse la fecha de la salida de los expedicionarios, fueron trasladadas a La Habana con el pretexto de recibir en tratamiento en primeros auxilios, para evitar su participacióny desligarlas de los planes bélicos.11
Con los 261 combatientes, se formaron 5 pelotones de 50 hombres cada uno, subdivididos a su vez en 5 escuadras de 10 guerrilleros cada pelotón. Estos fueron: el Juan Pablo Duarte, el Máximo Gómez, el Gregorio Luperón, el José Martí y el Simón Bolívar que, durante los entrenamientos, estuvieron bajo la dirección de veteranos cubanos de las campañas guerrilleras de la Sierra Maestra.
El rudo entrenamiento a que fueron sometidos perseguía endurecerlos en marchas y contramarchas diurnas y nocturnas, orientación con brújula, enseñanza de elementos de táctica de guerra irregular de montañas, esto es, guerrillera; manejo de armas y prácticas de tiro al blanco con fusiles Springfield, FAL, Garand, Browning Automatic Rifle (BAR), carabinas Cristóbal, carabinas Garand, M-1 y M-2, ametralladoras calibres 50, 30 y de mano Thompson 45; uso de explosivos; minas; granadas de mano; confección de “trampas para bobos”, comunicaciones,
etc.
El objetivo inmediato era el de preparar la tropa, lo más rápidamente posible, para que pudiera estar en condiciones de combatir contra el ejército de Trujillo en los frentes que se abrirían en las zonas montañosas del territorio dominicano, particularmente en las Cordillera Central. Una vez allí, siguiendo el patrón de referencia del reciente triunfo cubano, se comenzaría a crear la base social guerrillera, la incorporación del campesinado, de los sectores anti trujillistas populares y de las mismas fuerzas armadas que se suponía se les unirían en las montañas.
La táctica y estrategia militares, basadas en la concepción foquita, estaban inspiradas en el romanticismo pequeñoburgués, democrático y populista del castrismo,12experiencia que se intentó calcar sin tener en consideración las enormes diferencias en los procesos históricos de los pueblos cubano y dominicano durante los años 1930-1960, y que el Movimiento Revolucionario 26 de Julio contó, en todo momento, con un eficaz apoyo revolucionario interno. Por eso mismo, el planteamiento de que el foco guerrillero crearía las condiciones revolucionarias dominicanas, sin contar con el más mínimo contacto con núcleos de la oposición interna (que los había dispersos), aseguraba de antemano el fracaso militar de las expediciones.
Siguiendo esa concepción, originalmente se planeó atacar a Trujillo por 6 lugares distintos; 2 incursiones aéreas en aviones C-46 por San Juan de la Maguana y Constanza, que servirían de diversión para garantizar 4 desembarcos marítimos que se harían desde lanchas rápidas de asalto inglesas, por 2 puntos de la costa del norte y 2 por la del sur. Por varias dificultades este proyecto tuvo que ser cambiado al conseguirse sólo un avión C-46 y modificarse los planes tácticos: se haría un desembarco aéreo por San Juan de la Maguana o Constanza y dos marítimos; uno por Sosúa y otro por La Isabela. Los tres serían concomitantes para obligar a Trujillo a dispersar sus fuerzas en tres frentes y evitar que concentrara su poderío bélico contra un solo grupo. Los dos grupos que desembarcarían por la costa norte deberían converger hacia el macizo central paraunirse al de la expedición aérea y, en caso de no ser posible, asentarse y consolidarse en la Cordillera Septentrional, cercana a Puerto Plata y al Valle del Cibao, zonas en las que existía un mayor sentimiento anti trujillista.
Naturalmente, estos planes tácticos debían realizarse con la mayor discreción para poder sorprender a Trujillo. Sin embargo, el secreto no primó en 1959, como tampoco con el intento de Manuel Batista en 1958; de Luperón en 1949, ni de Cayo Confites, en 1957, y en Nueva York, Caracas, Puerto Rico y La Habana, se hablaba por los codos de los preparativos militares.
Los que partían hacia La Habana a enrolarse al ELD para iniciar el entrenamiento militar, lo hacían de manera descubierta y hasta con orgullosa indiscreción. Trujillo, a través del SIM, de sus agentes no incorporados a ese servicio, del Departamento de Estado de los Estados Unidos y de comandantes cubanos vendidos y ya en franca conspiración contra la Revolución Cubana, estaba al tanto de todo. En efecto, ya desde el mes de abril, Trujillo conocía todos los planes, los nombres de los que se entrenaban y hasta tenía algunas fotografías tomadas en Mil Cumbres.
De ello se encargaban de informarle las siguientes personas: El comandante Pedro Díaz Lanz, jefe de la Fuerza Aérea Revolucionaria de Cuba, ya vendido al tirano y a punto de traicionar a Castro; los comandantes William Morgan y Eloy Gutiérrez Menoyo, los llamados “come vacas del Escambray”, igualmente en contacto con Trujillo y planeando la invasión de opereta de Trinidad, fusilado el primero y apresado el segundo, luego de desembarcar en Cuba desde nuestro país; un dominicano de apellido Almonte, un tipo grueso y corpulento, quien constantemente fingía estar enfermo en los entrenamientos de Mil Cumbres;13 los aventureros griegos.

Stelio Bellelis y Constantin Theodorakis, quienes ya el 8 de abril de 1959 habían informado al Primer Secretario de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, John L. Topping y al periodista de la Columbia Broadcasting System (CBS), Stuart Novins, que dentro de pocas semanas saldríauna expedición hacia República Dominicana en dos naves, en las que ellos irían.
Dicho Stelio Bellelis fue el capitán del yate Carmen Elsa y el causante del trágico drama en que concluyeron losdesembarcos de Maimón y Estero Hondo, seis días después delde Constanza por lo que se rumoró en Cuba que ambos fueronfusilados; Tomás Reyes Cerda, agente del SIM, de quien dijo sujefe, el coronel Johnny Abbes García a Ramfis Trujillo, luegode interrogar prisionero a Delio Gómez Ochoa a mediados dejulio, en el despacho del Estado Mayor de la Base Aérea deSan Isidro:
“General, ¿Usted no sabe que el espía mío parece que me lo fusiló Fidel? El general levantó la vista hacia él y pareció no haber oído las palabras de Abbes. ¿Cómo? –preguntó-. Digo que parece que Fidel me fusiló mi hombre… a Reyes Cerda”.
Reyes Cerda no fue fusilado, sino sólo detenido por algún tiempo y luego volvió a residir en el país para convertirse en periodista vocero de la oligarquía fascistoide y clerical que se opuso al Gobierno Constitucional de Juan Bosch.
Sin lugar a dudas, hubo otros muchos informantes, incluso entre los  que participaron en los entrenamientos y, a última hora,el 7 de junio, decidieron en Cienaguillas, cerca de Holguín, noformar parte de las expediciones. Tan infiltrado tenía Trujilloel ELD, que el jefe del SIM vivía informándole fechas enque ocurrirían los desembarcos. Lógicamente, el tirano sepreparaba, acuartelaba soldados, movilizaba tropas. El quelea las Memorias de Cesar A. Saillant Valverde comprenderáel estado de alerta en que estaba Trujillo, en base a lasinformaciones constantes que recibía por muy diversos canales.
Quien igualmente consulte los documentos de los ArchivosNacionales de los Estados Unidos, podrá comprobar que, desdeel 30 de diciembre de 1958, el embajador Farland informaba al Departamento de Estado que Trujillo tenía conocimientode que dos semanas antes Castro había concertado los planespreliminares con la UPD y Enrique Jiménez Moya paraorganizar una expedición para derrocarlo.16 Puesto que Trujillotenía agentes cabilderos y protectores en Washington y todavíano había sido desahuciado por el Departamento de Estado, esas informaciones le fueron transmitidas.
Las Expediciones de Junio de 1959
Al iniciarse el mes de junio, se consideró que el entrenamientoera suficiente para poder iniciar la lucha armada del ELD. Enla mañana del día 5,243 expedicionarios abandonaron elCampamento de Mil Cumbres y, en autobuses, se dirigieronhacia Holguín, en Oriente, a más de 1,000 kilómetros dedistancia. Después de varias detenciones por desperfectos en los vehículos, el día 7 llegaron a un nuevo campamento,ubicado al pie de la Sierra Maestra, llamado Cienaguillas.
Endicho lugar se seleccionaron los que vendrían por los diferentespuntos y 20 integrantes del ELD se quedaron por enfermedado decisión de no participar en las expediciones, con lo que lafuerza expedicionaria quedó reducida en un 8%.Conforme a los nuevos objetivos tácticos, en dichocampamento se dividieron los 3 grupos que vendrían por lasvías aérea y marítima y se entregó a los expedicionarios fusilesFAL, Garand, carabinas Cristóbal, carabinas Garand M-2,ametralladoras cal. 30 y 50, bazucas, morteros 3, abundantesproyectiles, granadas de mano, minas, explosivos, equipos decomunicaciones y alimentos para 5 días. El plan era crear frentes simultáneos: uno en el macizo central, con su punto deinfiltración aérea por San Juan de la Maguana o Constanza, y 2marítimos en los yates Carmen Elsa y Tínima, a ambos ladosde Puerto Plata, con desembarcos en La Isabela y Sosúa parainfiltrarse y asentarse en la Cordillera Septentrional.
Era fundamental la sorpresa y simultaneidad, debido a queel momento más difícil y peligroso para la expedición era el dela aproximación y desembarco por la amenaza de la deteccióny ataque con aviación y/o artillería. Por ello, las primeras horasserían las decisivas, ya que, una vez en tierra e internados enlos montes y montañas cercanos, la aviación, la artillería y losblindados serían poco efectivos, y sólo se combatiría contrala infantería, cuando se considerara necesario.
La expedición aérea, en un C-46 camuflado con lasinsignias de la Aviación Militar Dominicana (AMD), estababajo el mando de Enrique Jiménez Moya, comandante de laexpedición, y su segundo era el comandante Delio GómezOchoa; la del yate Carmen Elsa, estaba comandada por el  Dr. José Horacio Rodríguez Vázquez, secundado por el Dr.Virgilio Maynardi Reyna; y la del Tínima, estaba bajo el mandode Rafael Campos Navarro, secundado por Víctor ManuelMaynardi Reyna (Silín).
Puesto que los yates eran rápidos y podrían cubrir ladistancia a navegar en pocas horas, al atardecer del día 13,desde el fondeadero de La Chiva, frente al Central Preston, en laBahía de Nipe (en el mismo lugar en el que se concentraron losintegrantes de la frustrada expedición Cayo Confites en 1947),zarparon el Carmen Elsa con 121 expedicionarios y el Tínimacon 48. El primer yate estaba capitaneado por el ya mencionado Bellelis secundado por Theodorakis, mientras el segundo loestaba por el español Francisco Martín Fernández. Ambos yateshabían sufrido modificaciones para permitir el emplazamientoen proa y popa de ametralladoras cal. 50 y 30.
A poco de zarpar, ya oscuro, Stelio Bellelis puso en peligro la expedición, porque con una torpe maniobra casi chocó conel Tínima. Habían comenzado los inconvenientes y sabotajesde la expedición marítima.
El plan era aproximarse a Puerto Plata desde el oeste,navegando a unas 60 millas al norte de las costas dominicanas,a fin de evitar la detección por las patrullas aéreas y navalesde Trujillo. Pero los inconvenientes aumentaron esa mismanoche: el Carmen Elsa se separó del Tínima, su timón sedescompuso, los alimentos estaban dañados, el oleaje mareóa los expedicionarios. Se reparó el timón, se rellenaron lostanques de combustible e, inexplicablemente, Bellelis ordenólanzar al mar el sobrante.
Luego el yate navegó en círculos, alejándose de las costasdominicanas, por lo que, ya al amanecer, no se pudo tocartierra como estaba previsto, antes de la salida del sol del día  15. Mientras tanto, el Tínima, aislado del Carmen Elsa y portener su comandante Rafael Campos Navarro órdenes expresasde no realizar desembarco alguno sin estar acompañado delCarmen Elsa, viró el rumbo hacia el oeste y se refugió, primero,en uno de los cayos de Gran Inagua y, luego, en una ensenadacercana a Baracoa, en el oriente cubano.

Expedición de Constanza
El 14 de junio, a las 3 de la tarde, partieron en El Aguacate,en el camuflado C-46, los 54 integrantes de la expedición aéreaque serviría de movimiento de diversión a las expedicionesmarítimas que deberían realizarse en la madrugada delsiguiente día. El avión, bajo el mando del piloto venezolanoJulio César Rodríguez y asesorado por Juan de Dios VenturaSimó (piloto de la AMD que dos meses antes desertó conun avión a chorro Vampiro y se unió a los anti trujillistas),recomendó no tomar tierra en San Juan de la Maguana porquepor ser la pista muy corta, obligaba hacer un aterrizaje “debarriga”, lo que constituía grave peligro por el gran peso quetransportaba y los explosivos que cargaba y porque, además,no permitiría el regreso de la aeronave a su punto de partida.
Se acababa de ejecutar la primera modificación a los planestácticos de la penetración a territorio dominicano.Se escogió, por lo tanto, a Constanza aunque se sabía que allíhabía una fuerte guarnición militar y mercenarios de la LegiónExtranjera Anticomunista. Al atardecer, el C-46 sobrevolóConstanza, y a las 6:25 p.m. aterrizó sin contratiempos.
El desembarco, al final de la pista, comenzó a ejecutarsedeslizándose los expedicionarios por un tablón, pero éste cayó atierra por las vibraciones y el viento de los 2 motores aceleradosal máximo, por lo que tuvieron que lanzarse desde una altura de más de 3 metros con mochilas sobrecargadas y equipos bélicosen las espaldas. Por eso, algunos sufrieron ligeras lesionesen los tobillos y no pudieron ser desembarcadas las bazucas,minas, explosivos y el equipo portátil de radiotransmisión antela aproximación de una patrulla motorizada de la AMD quevenía a indagar lo que ocurría.
Hubo un ligero encuentro con dicha patrulla, en el quemurieron un oficial y varios soldados; los expedicionariossaltaron una cerca de alambre de púas y se dividieron,inconscientemente, en dos grupos: uno con 34 expedicionario  al mando del comandante Enrique Jiménez Moya; otro de 20,comandado por Delio Gómez Ochoa. El primero tomó el rumbohacia El Río y Tireo, al norte, zonas muy pobladas y con víasde comunicación, mientras el segundo buscó la zona de LosBotados, hacia el sureste, donde la densidad de población era bajísima y muy escasa las fuentes de suministros alimenticios.
Los integrantes de ambos grupos jamás volvieron a encontrarse,a menos que fuera siendo prisioneros en San Isidro o en lascámaras de tortura de La 40 y El 9.Ramfis Trujillo, jefe de Estado Mayor Conjunto de lasFuerzas Armadas de Aire, Mar y Tierra, creyó que con susoficiales y poderosa aviación desvertebraría la expedición enmenos de 24 horas, y que la limpieza y exterminio final losharían sus compañías de fusileros, las tropas regulares delEjército, la Legión Extranjera Anticomunista y los llamados“Cocuyos de la Cordillera”. Por ello, desde tempranas horasde la mañana del día 15, escuadrillas de cazas P-51 (Mustang),de cazabombarderos a chorro Vampiro, P-47 (Thunderbolt)y Curtiss AT-6 comenzaron a saturar con metralla, bombasincendiarias de napalm y de fragmentación de 500 kgs. Todaslas montañas aledañas al aeropuerto, en las que se supusoestarían los expedicionarios.
Aquello fue un verdadero infierno de metralla y fuego, enel que murieron también docenas de campesinos. Sin embargo,ni en esa ocasión ni en las posteriores en que Ramfis Trujillo empleó su poderío aéreo, hubo bajas entre los expedicionarios.
Él mismo lo confiesa en sus megalómanas
Memorias, al afirmar que:
“La aviación, a pesar de que bombardeó, no tuvo efectividad,ya que no se atacaba un blanco definido sino un pequeño grupoque había sido avistado en las inmediaciones de donde seatacaba, pero sí fue muy efectiva psicológicamente”.( Trujillo Martínez, Rafael (Ramfis). Memorias de las Expediciones de Junio de 1959. Inconclusas e inéditas. Tomadastaquigráficamente porCésar A. Saillant Valverde y corregidas a mano por su autor. SantoDomingo. s/f. Dictadas a partir de mediados del año 1959, p. 23.)
Quizás el efecto más importante de esos brutales ypermanentes bombardeos y ametrallamientos aéreos fue queel grupo de Jiménez Moya comenzó a dividirse y a perdervolumen de fuego. De este grupo, se escindió uno comandadopor el capitán cubano Ramón López (Nene), que marchó enforma paralela hacia el norte, y luego de su muerte, algunos desus integrantes llegaron hasta El Corocito, cerca de Jarabacoa.
El día 16, después del combate de La Guamita, Jiménez Moyasufrió otra división: José A. Batista (Chefito) se desprendiócon 9 más hacia el Noreste, hacia Los Chicharrones. Al díasiguiente, el 17, Rafael Tomás Perelló cayó prisionero aldescomponérsele el fusil FAL. Interrogado en San Isidro, yluego torturado en La 40, confirmó a Ramfis dos cosas:
1. Que se habían realizado 2 desembarcos marítimos por la costa norte, conforme a los planes tácticos (y que no habían ocurrido todavía), noticia que el hijo del tirano conocía porque se había encontrado la mochila de Enrique Jiménez Moya con planos, claves, etc. que así lo indicaban; y
2. Que Ventura Simó había venido en la expedición por Constanza. Este patriota, que se separó solo del grupo del capitán López, cometió la ingenuidad de someterse, cansado, hambriento y con los pies hinchados, a unos campesinos de La Cotorra que lo entregaron a las tropas trujillistas. Transportado a la Base Aérea de San Isidro, sufrió inimaginables torturas, después que Ramfis hizo con él la grotesca y dolorosa farsa de presentarlo ante la televisión y el cuerpo diplomático como un héroe y de haber expresado, cínica y vulgarmente:
“Que Ventura Simó tenía 3 veces cojones: por traicionarlo e irse el exilio a unirse con sus enemigos; por haber regresado; y por haberse dejado coger vivo”(Saillant. Memorias…, p. 333).
El día 19, Enrique Jiménez Moya fue muerto cerca de El Río y su grupo dejó de constituir amenaza miliar alguna; los escasísimos expedicionarios que no murieron en emboscadas oquedaron heridos y rematados por el Ejército al ser encontrados, se rindieron por hambre y cansancio. Prisioneros, algunos fueron fusilados en el aeropuerto de Constanza, y los demás trasladados a la Base Aérea de San Isidro, donde corrieron peor suerte.
El grupo de Delio Gómez Ochoa se mantuvo intacto por varios días en permanente movimiento, internándose conrumbo sureste hacia El Convenio y causando algunas bajas al Ejército. El día 17 tuvo la primera baja y el consiguiente bombardeo sobre la zona en que había estado el día anterior.
El grupo se inmovilizó por 5 días en Los Naranjos y luego continuó marcha hacia el este, en busca de comida, por los lados de El Botado. El 28, los expedicionarios comieron vainitas verdes. El 30 fueron detectados, cercados y atacados por descuidos de los dos postas; el grupo tuvo un herido que fue dejado atrás, al que remataron las tropas trujillistas.
Tras este combate, el grupo se dispersó totalmente: Delio Gómez Ochoa quedó con 10 expedicionarios; Juan E. Puigsubirá (Johnny) con 2 más; el capitán cubano José Luis Calleja con otros dos; Mayobanex Vargas quedó aislado y tomó el rumbo hacia los predios de su padre. El 1ro. de julio, el hambre obligó a Delio Gómez Ochoa a procurar comida con un campesino que lo engañó y llevó a una emboscada, en la que cayeron prisioneros Miguel Ángel Feliú (Miguelucho), participante en las expediciones de Cayo Confite y Luperón, y dos más que fueron llevados a Constanza y fusilados por el general Mélido Marte en el aeropuerto.
El 3 de julio, Mayobanex Vargas llegó a la finca de su padre y se entregó al general Juan Tomás Díaz. Ese mismo día, el grupo de Delio Gómez Ochoa fue nuevamente emboscado en un conuco en el que buscaban comida; Rinaldo Santiago Pou quedó herido y fue rematado; Gonzalo Almonte Pacheco quedó aislado y fue apresado. El pequeño grupo de Johnny Pugsubirá fue apresado: a él lo ejecutaron en el lugar, y a los otros 2 compañeros los trasladaron a la Base Aérea de San Isidro.
Gómez Ochoa quedó solamente con 5 expedicionarios inició una marcha paralela hacia el oeste, en búsqueda de comida por los lugares en que había estado días antes. El 10de julio, Poncio Pou Saleta y Medardo García Germán, tras negociaciones con un sacerdote, se rindieron. Al día siguiente, 11 de julio, Delio Gómez Ochoa, Frank López y Pablito Mirabal, descubiertos por perros sabuesos, igualmente se rindieron ante la seguridad de que se respetarían sus vidas.
Había concluido el frente de Constanza, luego de 27 días de asedio por las tropas trujillistas y, lo que es peor aún, en mortal lucha por la búsqueda de alimentos. En ese momento había 7 expedicionarios sobrevivientes que quedaron reducidos a 6, cuando el teniente cubano Frank Eberto López fue obligado a llevar al ejército a buscar armas y municiones que había dejado enterradas en las montañas. Puesto que estaba en esa tarea y no pudo ser presentado a la prensa internacional junto a sus otros compañeros, Ramfis Trujillo ordenó que fuera torturado y asesinado. Los 6 sobrevivientes de la gesta de Constanza fueron: Delio Gómez Ochoa, Poncio Pou Saleta, Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Germán, Pablito Mirabal y Gonzalo Almonte Pacheco (luego asesinado en La 40 al ser re apresado tras su indulto en febrero de 1960).
El siguiente cuadro, elaborado en base a las investigaciones hechas por Anselmo Brache, Batista, publicadas en su obra Constanza, Maimón y Estero Hondo. Testimonios einvestigaciones sobre los acontecimientos, muestra las bajas que tuvo el ELD en el frente de Constanza y el destino de los heridos y prisioneros:

Expedicionarios muertos del frente de Constanza(Anselmo Brache B. Constanza, Maimón y Estero hondo. (Testimonios e investigaciones sobre los acontecimientos), 2da. edición. Santo Domingo,Editora Taller, 1985. pp. 73-143.


2 compañías de fusileros de la AMD
(Una de ellas bajo entrenamiento)............................ 290 hombres
2 compañías de tropas del Ejército........................... 300”
Integrantes de la Legión Extranjera.......................... 600 ”
Subtotal……………………...……………............. 1,190”
Fusileros de la AMD y el Ejército........ 2,500”
“Cocuyos de la Cordillera” y campesinos guías....... 600”
Total………………………………….…….…....... 4,290”
Aviones de la AMD:
Escuadrón de Caza Ramfis (Mustang P-51)............. 52 aeronaves
Escuadrón de cazabombarderos.................................
(Vampiros y Thunderbolt P-47)……........................ 44”
Bombarderos (B-25, B-26 y Mosquitos)…............... 8”
De entrenamiento (Curtiss AT-6).............................. 10”
Helicópteros……………………………….............. 6 ”
(C-46 y C-47) incluyendo los de la CDA................. 14”
Pequeños monomotores y bimotores para la
Observación……………………............................ 8 ”
Total…………………………………….................. 140”

Resumiendo: En Constanza, solamente el 19% de los expedicionarios murió en combate, y el restante 81% fue hechoprisionero, entre los que el 9% fue rematado en el lugar de la captura por estar heridos; 24% de los prisioneros fue fusilado en el aeropuerto de Constanza o en el sitio de apresamiento; 37% fue llevado ileso a la Base Aérea de San Isidro, torturado en La 40 y El 9, y fusilado en el Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA), sin conocerse el porcentaje de los que murieron sufriendo torturas; y el 11% sobrevivió esta trágica experiencia. Las cifras demuestran la criminal saña de latiranía que fue más bárbara aún en Maimón y Estero Hondo.
En el frente de Constanza, el régimen trujillista opuso a los 54 expedicionarios el siguiente aparato militar

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