viernes, 27 de septiembre de 2013

Los Últimos Días de Lenín

Los Últimos Días de Lenín

e27 sep, 2013 por 

leninLa travesía de Lenín a través de la vida acabó muy trágicamente. Las circunstancias que rodean su muerte han sido cuidadosamente ocultadas.
Oficialmente se afirmó que padecía de constantes dolores de cabeza como resultado de una herida de bala, causada por Fanny Kaplan, debido a lo cual nunca podía dormir apropiadamente. Esto fue afirmado por última vez por Chazov, el Ministro de Salud soviético, en el periódico Ogonyok No. 42, 1988.
La Esta mentira fue expuesta por el propio Pravda, en el número 18, 1929, dónde el Letón Bolchevique Janis Berzins-Ziemelis habló sobre su reunión con Lenín en 1906. Dijo, entre otras cosas: “Vladimir Ulyanov sufría de insomnio y dolores de cabeza incluso en ese tiempo. Eso era por qué se levantaba tarde y casi siempre estaba de mal humor.” Entonces Lenín sufría de dolores de cabeza incluso 12 años antes del atentado a su vida. Fue menos conocido en ese tiempo que Lenín también sufría de constante dolor en sus ojos lo cual, de acuerdo con Vladimir Soloukhin, apuntaba a problemas en su cerebro.
En la tarde de los 12 de diciembre de 1922, Félix Dzerzhinsky le dijo a Lenín que Theodor Rothstein, su representante judío, ya no podía sacar dinero del Partido de la cuenta bancaria en Suiza. Todos los códigos habían sido cambiados y el dinero se había transferido a tres nuevas cuentas con nuevos códigos. Este dinero, en parte, había sido usado para la infiltración de naciones de Europa. Lenín había ordenado a Litvinov y a Theodor Rothstein que construyeran una red de infiltrados a lo largo de Europa ya en 1917. Esa fue la razón por la cual los “diamantes del Partido” se habían vendido en Inglaterra todo el tiempo… Sólo el dinero en las cuentas personales de Lenín permanecía. Lenín estaba sumamente disgustado. Al día siguiente – el 13 de diciembre – padeció un segundo, pero aún más intenso ataque.
El 16 de diciembre de 1922, cuando Lenín apenas se había recuperado, dio la orden que le llevaran desde su villa en Gorky (cerca de Moscú) al Kremlin dónde se quedó. No escuchó las protestas de doctores y de su familia. En el Kremlin, Lenín descubrió que alguien había hecho una búsqueda completa de su oficina, habían abierto su armario y lo habían saqueado, tomando documentos secretos, los detalles de los códigos, las libretas de cheques, cartas de autorización y varios pasaportes extranjeros.
Su ataque de rabia lo llevó a sufrir otro ataque, de aproximadamente 30 minutos de duración, en la misma noche.
Las circunstancias del nuevo ataque de Lenín fueron mantenidas en secreto por el Partido Comunista hasta que el historiador Igor Bunich los reveló en su libro “El Partido del Oro”(St. Petersburgo, 1992, pág. 94).
Lenín finalmente se desmoronó tanto física como mentalmente. Durante el año que precedió a su muerte, estaba en un estado constante de decaimiento general. El tercero y el peor ataque que condujo a una hemorragia cerebral, ocurrió el 9 de marzo de 1923, cuando perdió prácticamente la capacidad de hablar.
Uno podría preguntar: ¿Cómo terminó sus proyectos escritos? Hay historiadores que dicen simplemente, que los últimos escritos fueron hechos por León Trotsky como autor.
Yo no quiero pensar sobre todas las atrocidades que el inhumano y sanguinario Lenín podría haber cometido si hubiese tenido un buen estado de salud. Trotsky dijo, en su infame artículo de 1939, que Stalin podría haber envenenado a Lenín. Es verdad que Lenín le pidió veneno a Stalin después de su primer ataque, el 26 de mayo de 1922.
Stalin habló en el Politburó sobre esto y ellos pospusieron el ítem de la agenda. Está ahora claro que Stalin no envenenó a Lenín.
En 1991 aún se afirmaba oficialmente que Lenín padeció de coágulos de sangre en las endurecidas arterias de su cerebro. Los coágulos habrían afectado áreas vitales del cerebro. En junio de 1992, fue reconocido oficialmente en Moscú que Lenín murió de sífilis (Aftonbladet, 23 de julio de 1992).
El Instituto Central para el Marxismo-leninismo entregó notas completas que la hermana mayor de Lenín, María había guardado durante los últimos meses de vida de Lenín. Según ella, Lenín contrajo la sífilis en París en 1902. Los dolores de cabeza de Lenín se volvieron especialmente severos en 1922. También padecía de catarro gástrico y ataques de rabia desenfrenada.
Finalmente, quedó paralizado. Los hechos sobre su sífilis eran secretos. León Trotsky declaró no obstante, que Lenín murió de sífilis. (León Trotsky, “Retratos: Político y Personal”, Nueva York, 1984, pág. 211.) Según la propaganda mitológica soviética, Lenín había llevado una vida familiar más que ejemplar. En una fase temprana, Viktor Chernov, uno de los líderes de los Social Revolucionarios, reveló algunos de los detalles sobre la vida íntima de Lenín. El mito fue aplastado completamente en 1960 cuando un libro sensacionalista fue publicado en Francia “Lenín y los Burdeles” en que se revelaba que Lenín estaba sumamente obsesionado con el sexo. Esa es la razón por la que odiaba a Platón tan intensamente.
Algunos periodistas franceses habían visitado los burdeles en París que Lenín había frecuentado.
Entrevistaron a viejas prostitutas sobre los hábitos sexuales de Lenín. Fue durante este período que Lenín contrajo la sífilis.
En 1991, fue revelado por primera vez en Rusia que el “líder del proletariado mundial” frecuentemente visitaba los burdeles para satisfacer sus apetitos sexuales cuando su esposa y sus dos amantes no eran suficientes. Oficialmente, Lenín había alcanzado la fase más alta de la evolución humana. ¿Cómo encaja eso con su interés en el nivel más bajo de la cultura sexual? El Partido bolchevique llamó a varios médicos alemanes famosos y les pidió que examinaran a Lenín. Todos los médicos alemanes hicieron el mismo diagnóstico – Sífilis.
Esto no fue popular en la dirección del Partido, por lo que el profesor judío Salomón Eberhard Henschen, de 76 años, un experto neurólogo de Estocolmo, fue invitado a Moscú. Viajó junto con su hijo, Folke Henschen que era Profesor en Patología.
Ellos dos hicieron un diagnóstico satisfactorio: arteriosclerosis. (Dagens Nyheter, 23 de agosto de 1992.) Las autoridades se atrevieron a revelar la verdad sólo en julio de 1992. En 1923, Lenín podía lanzar sólo palabras y frases incoherentes: “La revolución… Ayúdeme… el pueblo… vete al infierno.” Gritaba ruidosamente, agitado, con lágrimas y suspiraba desesperadamente. (Dagens Nyheter, 23 de agosto de 1992.) Normalmente, sólo podía decir: “Simplemente ahora… Sólo ahora… ” En la Navidad de 1923, sólo unas semanas antes de su muerte, Lenín estaba sentado en su balcón y aullaba a la luna llena como un lobo (Igor Bunich, “El Partido del Oro”, St.
Petersburgo, 1992, pág. 95).
Fotografías tomadas en el otoño de 1923, en las afueras de la villa de Lenín en Gorky fueron entregadas en 1992. Éstas muestran sin retoques, el estado enfermo de Lenín, su lado derecho parecía como paralizado.
El 21 de enero de 1924, alrededor de seis de la tarde, la temperatura de Lenín subió a 42.3°C. ya no había espacio en la parte superior del termómetro para mostrar más allá. En sus último espasmos, balbuceó en alemán “Weiter, weiter! ” Murió a las seis y treinta horas.
Todo el material sobre el examen del cerebro de Lenín fue guardado secretamente y los estudios en curso fueron detenidos. Esto fue revelado por el periodista Artyom Borovik. (Aftonbladet, septiembre, 1991.) Foto: Lenín con su hermana Maria y su doctor en agosto de 1923 Sólo en 1992 fue revelado en Rusia que, según los descubrimientos de los doctores, un hemisferio del cerebro de Lenín había sido no-funcional desde su nacimiento. El otro hemisferio estaba cubierto de tales espesos depósitos del calcio que era absolutamente imposible entender cómo Lenín había sobrevivido sus últimos años, y surgió la pregunta: ¿Por qué no había muerto cuando niño? Yuri Annenkov afirmó en 1966 en su libro “El Diario de mis Reuniones” (Nueva York), que él logró poder dar una mirada al cerebro de Lenín – el hemisferio izquierdo estaba muy arrugado, desfigurado y encogido. Los doctores alcanzaron un acuerdo general que era imposible para un ser humano vivir con tal cerebro. (Igor Bunich, “El Partido del Oro “, St. Petersburgo, 1992, pág. 75.) ¿Pero era Lenín realmente un ser humano normal? En conclusión se puede decir que el cerebro de Lenín estaba tremendamente enfermo desde su nacimiento, pero que allí ocurrió, casi milagrosamente, una cierta compensación por el daño. Sin embargo, esto permitió un margen muy pequeño para sobrevivir a un ataque sifilítico progresivo al cerebro. Una idea repugnante surge, al saber que ciertas enfermedades del cerebro podrían destruir las funciones más altas que nos hacen seres humanos, pero dejan intacto, el tipo de inteligencia robótica que es necesaria para ser un instrumento al servicio de poderes malignos.
Para hacer las cosas mucho peor, la dieta de Lenín consistía casi exclusivamente en pan blanco. Esto significa que padecía una severa deficiencia de minerales y vitaminas necesarias para que su cuerpo y su mente funcionaran adecuadamente.
No sabía nada de Nutrición. (Ogonyok, No. 39, octubre, 1997.) Incluso el hermano más joven de Lenín, Dmitri Ulyanov, padeció una enfermedad al cerebro. Se transformó en un asesino en masa en Crimea en su lucha por el poder soviético durante 1917-21. Finalmente enloqueció y quedó totalmente paralizado. Murió el 17 de julio de 1943, en Gorky a los 68 años de edad.
El arquitecto Alexei Shchusev (1873-1949), quién diseñó el mausoleo de Lenín, usó el altar central del Templo Satánico en Pergamon como prototipo. Los nacional socialistas alemanes habían transferido el original a Berlín en 1944, desde dónde se transportó un año más tarde a Moscú. (Artículo de Alexei Shchusev “Den oforglomliga kvallen” / “La Tarde Inolvidable”, Svenska Dagbladet, 27 de enero de 1948.) Éste, también, fue un secreto estatal.
El periódico ‘SN’ escribió el 14 de mayo de 1981, que el Altar Central de los Satánicos estaba en el mausoleo de Lenín.
Finalmente, los secretos que habían estado bajo la sombra de Plutón, han empezado a mostrarse a la luz. Aquellos que temieron que toda la sociedad se caería a pedazos totalmente si la verdad se conociera, estaban en lo correcto. Aquellos que afirmaron que el maligno Comunismo no podría ser reformado también estaban en lo correcto. Ésta es otra razón por qué Lenín odiaba a los historiadores honestos y neutrales. Cuando Maxim Gorky le pidió que salvara la vida del Príncipe Nikolai Mikhailovich que era un historiador, Lenín contestó: “La revolución no necesita a ningún historiador.” (Igor Bunich, “El Oro del Partido”, St. Petersburgo, 1992, pág. 47.) En 1990 comenzaron la demolición de los monumento a Lenín en Polonia, Hungría, Georgia, en los estados bálticos y en otros países europeos. El primer y último presidente de la Unión Soviética, Mikhail Gorbachev, intervino. El 14 de octubre de 1990 de octubre, emitió un decreto que prohíbe el levantamiento o destrucción de las estatuas de Lenín y de otros monumentos al comunismo.
Gorbachev describió el derrumbe de los monumentos a Lenín como actos “incompatible con… el respeto por la historia de la patria y la moral generalmente aceptable“. El decreto de Gorbachev para proteger los monumentos a Lenín no tuvieron efecto. La destrucción continuó. Cuando fue sacado el monumento a Lenín en Lvov (Ucrania), los saludos cesaron abruptamente cuando fue descubierto que la estatua de Lenín estaba emplazada sobre tumbas de ucranianos, judíos y polacos. ¿Bastante simbólico, no es así? (Dagens Nyheter, 17 de octubre de 1990.) El último monumento a Lenín en Estonia fue demolido el 21 de diciembre de 1993 en Narva, que había sido colonizada por rusos simpatizantes de los Bolcheviques. Ellos lo mantuvieron como un ángel guardián por sus injustos planes contra la independiente Estonia.
Lenín todavía permanece por aquí y por allí en Rusia, Cuba y en Asia, sobre todo en China, pero también en Calcuta. Los Comunistas han estado en el poder en esta ciudad india durante 22 años. Ellos todavía creen que el Marxismo-Leninismo es la única respuesta a los problemas económicos y políticos de los pobres. (Dagens Nyheter, 26 de enero de 1993.) El 1º de abril de 1991, vi cómo alguien había garabateado un texto casi simbólico en una pared en Sevilla, España: “Sin el Marxismo-leninismo, no habría ningún Comunismo en el mundo de hoy!” El sistema súper centralizado que fundó Lenín, ha caído ahora a pedazos. Lenín no trajo nada bueno a Rusia.
La historia ya ha juzgado a Vladimir Ulyanov, Gran Maestro al servicio de la oscuridad y la falsedad. ¿Cuándo entenderán los pueblos y aceptaran este juicio?

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