domingo, 27 de abril de 2014

Juan Bautista Espinola Reyes. (1894-1923)



Juan Bautista Espinola Reyes. (1894-1923)
Nacido en La Vega, el 24 de junio de 1894, fueron sus precursores; José  Antonio Espinola y Sánchez y Fidelia  Antonia  Reyes,  su Músico, se apodero de la supremacía  inicial de Juan Francisco García, y puso dedicación al merengue como motivo cuya  evolución habían de engendrar aires netamente dominicanos.  Laboró  en tal sentido y concibió la danza dominicana. Esa tendencia no creó género, ni acaso pudo hacerlo, por  radical más es una genialidad personal que en la naturaleza del merengue.
Vertía sus concepciones con espontaneidad y rapidez sorprendente, éste, en el intervalo de las tocadas componía piezas bailables para el instante. Espínola tocaba varios instrumentos musicales, pero el suyo era el clarinete. Considerado  junto a Julio Mención, vegano, y Federico López han sido los más notables  clarinetistas dominicanos,  los  tres señalaron la época en que existieron las mejores orquestas de bailes, que satisficieron uno de los reclamos de alegría Sena del pueblo.
Espínola fue el último de ellos, el puesto que aquí tiene corresponde a una clasificación cronológica que da  superior calidad, ya que él no alcanza pleno desarrollo como consecuencia de su prematura muerte. Esta  clase de  músicos, de efectiva significación social, tenía  sus tipos  selectos, cuya alma  parecía estar  compenetrada con la tonalidad melódica del instrumento, el que amaban entrañablemente, sintiendo deleite en oírse a si mismo.
La condición de alma juvenil en  Juan Bautista Espínola, abierta a los entusiasmos  pasionales, encontró en el ejercicio de las armas, una actividad acordada a sus  inclinaciones. Fue oficial del Ejército Nacional por los años del  1913 al 1915, aún dentro de sus ocupaciones en las horas libres la llenaba con producciones musicales.

A muy temprana edad demuestra su genial talento musical, tocando  desde niño  en flauta de caña de Castilla que él mismo fabricaba. Unos de sus primeros oficios fue de  sastre. Inició  sus estudios musicales de solfeo y clarinete en el año de 1905, bajo la dirección  del profesor Don  Francisco Soñé (Don Pancho).  Admitido como segundo clarinete en la Banda de Músicos de La Vega, gracias a su rápido  aprendizaje. En 1907 se inició en la misma posición en la arqueta que dirigía Rafael Morfa.
Contrajo nupcias  con la señorita  Frese Salcedo, pariente cercana del General  José Antonio Salcedo (Pepillo), procreando un hijo,  que se llamó  Juan Arístides Espinola  Salcedo.  En el 1908 fue  aceptado en la orquesta “Unión Artística”  del maestro Manuel Puello, hasta el 1911. En  el 1913, pasó a las filas del Ejército Nacional,  con el rango de teniente bajo el mando  del General Tadeo Álvarez
En La Vega vivió en la calle hoy Benito Monción  y en Las Carreras, sintiendo un gran amor por su  ciudad natal,  con una  pasión muy profunda por el  Río Camú,  el cual fue fuente  de  su inspiración
En el 1915, siendo  Capitán, escribió algunas de sus mejores composiciones.  Durante su  vida militar estuvo de puesto en la ciudad de La Vega. Funda la “Orquesta Lira Vegana”. La  que estaba conformada por los instrumentos musicales: dos clarinetes,  siento él primer clarinete,  dos bombardinos,  un saxofón, un cornetín,  una tuba, un contrabajo, timbales, güira,  y tumbadora. La especialidad de la Orquesta eran los danzones.
  A él se cabe la gloria de haber sido el primero músico en el país,  que tocara por primera vez el merengue en un baile de salón en la cerrada sociedad  vegana, en una fiesta en el Casino Central, Inc. en diciembre de 1922. Fueron estos: “Terapéutica”  y “Mi  Entusiasmo”. Espínola, es el pionero en la República Dominicana de desarraigar  el merengue  confinado en los campos, lo toma de brazo con galantería  melódica y lo lleva como una quinceañera, para presentarlo como una  novedad a la tradicional  sociedad dominicana de los albores  del siglo XX.
Juan Bautista Espínola, Emilio Arte  y José Feliú,  fueron los tres mejores arreglistas y orquestadores del principio de  siglo veinte, compuso una pieza musical para clarinete intitulada “ Clarinete Brujo”, que ningún músico pudo ejecutar por lo  difícil que era; sólo él  la podía  interpretar. Obras suya son:  “Los Hijos del Casino”.  Yami B.B.C.”, “ Viva Mi  Patria”, “ Doctor Morillo”, “ Rubén”,  Los  Agramontes”,  “ Perfumada Flores”,  “ Napolitano”,  “ Reír llorando”, “ Pepe y Virita”, “ Claro de Luna”, “ Comisario Guerrero”,  “ Consuelito”,  “ El Republicano”,  “ Calzado marca India”, y “ Cucurumú” este danzón  se lo  dedico al Dr. José F. García (Pepito).
Este extraordinario músico, olvidado, ignorado, sepultado en el sarcófago de la apatía, cerrado  por los candados de la indiferencia, de un pueblo ingrato con sus  hijos que le han dado brillo y esplendor. Cerros sus ojos un  día 29 septiembre de 1923, mientras escribía una pieza musical sentado, su cabeza reclinada sobre el panel pentagramado se tiño de  sangre fruto de la convulsiones que le produjo el padecimiento de la tuberculosis. Desapareciendo del mundo de los vivos a los 29 años de edad, en su ciudad natal. A su muerte una pieza musical inconclusa titulada “La Gran  Familia”. Este gran ser humano quizá llegue un día que este ingrato pueblo le dé el merecido sitial que se merece como una de las más extraordinaria figura del arte de La Concepción de La Vega.
El 25  de junio de 1999,se celebra en su honor, un sublime concierto musical, ejecutándose   diecisiete  de sus piezas , con la participación  de destacados músicos  de todo el Cibao, en este acto el entonces alcalde de La Vega, Ing. Fausto Ruz Valdez,  y el Consejo de Regidores  lo declaran “Hijo Meritísimo”,  post mortem. Los directores del Concierto fueron: Prof, Iván Mota, Dr. Reynolds J. Pérez, Prof. Rafael Espínola, este último sobrino de Juan  Espínola Reyes, el mismo estuvo  auspiciado por el extinto radiodifusor Juan Heriberto Medrao, Lic., Jochy Mármol, bajo la coordinación del Prof.,  Hugo Máximo Estrella Guzmán.
Fuentes consultadas.
Dr. Reynolds J. Pérez Stefan. Obra La Concepción de La Vega Real en el Meridiano Histórico de la Universalidad. 1ra. Edición. Año de 1999, p .106
Rufino Martínez. Obra Diccionario Biográfico –Histórico Dominicano.  1821-1930. Publicaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Vol. CLII.  Colección  Historia y Sociedad No. 5. Editora UASD. Año 1971. P.166 y s.
Jovino  Espínola Reyes. Papeles  y notas sueltos.




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