domingo, 28 de septiembre de 2014

Una moneda árabe del siglo VIII bajo la catedral vieja de Vitoria

Una moneda árabe del siglo VIII bajo la catedral vieja de Vitoria

Dírham exhumado en las excavaciones de la Catedral Santa María.
Dírham exhumado en las excavaciones de la Catedral Santa María.
  • Un dírham de plata, acuñado por la dinastía Omeya a principios del siglo VIII en Irán, recorrió 6.700 kilómetros antes de quedar depositado 200 años después en el sustrato de la colina de Gasteiz


Las investigaciones realizadas en la Catedral de Santa María de Vitoria han aportado conocimiento a la historia de la ciudad. En las diversas excavaciones se han encontrado múltiples elementos que han permitido trazar de forma más nítida la crónica antigua de la primitiva Vitoria.
La historia de esta semana da cuenta de la presencia de una moneda árabe, acuñada en el año 716 en Irán, en la colina donde ahora se asienta la Catedral Vieja. Un hecho inusual que destacan los expertos como C. Domenech, quien constata que el descubrimiento de la moneda de Vitoria es, por el momento, el más oriental de la zona norte. Estos hallazgos, según Domenech, "se concentran sobre todo en el área andaluza, la región de Tudmir -parte de la actual Murcia y Alicante- y la zona de la marca superior al Norte del Ebro". De hecho, "el más próximo -a Vitoria- es el conjunto Azanuy, en Huesca".
La moneda hallada en Vitoria es de plata y de un tamaño similar a la actual de 50 céntimos (2,6 centímetros de diámetro), pero más fina (0,07 mm de grosor) y de apenas 3 gramos de peso.
Recorrió 6.700 kilómetros
Pero, ¿cómo llegó el dírham hasta Vitoria? El arqueólogo e historiador Ismael García ha destacado en su blog la historia del dírham de plata que recorrió 6.700 kilómetros hasta llegar a la colina de Gasteiz. Por las inscripciones que tiene, se sabe que la pieza fue acuñada a principios del siglo VIII, en tiempos de la dinastía Omeya.
El dírham 'vitoriano' presenta tanto en su anverso como en su reverso diversos textos religiosos escritos en lengua árabe que no difieren de lo habitual en este tipo de monedas. Según los profesores San Vicente y Doménech, en el anverso hay dos textos, uno en el centro y otro en la orla. En el centro dice; "Sólo hay un Dios, único, no tiene compañero".
Por su parte, el texto de la orla que bordea toda la pieza, recoge la información específica del momento y el lugar en que se realizó la acuñación; "En el nombre de Dios que acuño este dírham en Ardasir Jurra en el año noventa y ocho", lo que en nuestro calendario sería el año 716 o el 717 d.C. Los textos del reverso son de tipo religioso y citan episodios del Corán.
La ciudad donde se dice acuñado el dírham –Ardasir Jurra- corresponde a la actual Firuzabat, provincia de Fars, Irán. Por lo que, de algún modo, esta moneda recorrió al menos unos 6.700 km antes de quedar depositada en el subsuelo de la colina de Gasteiz. Pero, ¿cómo llego esa moneda a nuestra primitiva aldea?
Dos siglos en circulación
Según los responsables de los trabajos arqueológicos, la moneda apareció en un espacio "asociado a una unidad doméstica" registrada en las excavaciones de Santa María, en un estrato datado en la "segunda mitad del siglo X". Por lo que la moneda circuló al menos durante dos siglos desde que fue acuñada en Irán hasta que quedó sepultada en Vitoria, en el lugar donde otros 200 años más tarde se construiría la primera parroquia románica de Santa María, asegura Ismael García.
Es difícil determinar en qué momento circularon y cuanto tiempo estuvieron en uso, explica Domenech, pero, a tenor del estado óptimo de conservación de la pieza, los especialistas estiman que no estuvo mucho tiempo en circulación, por lo que sus últimos propietarios quizá decidieron guardarla y atesorarla posiblemente por el hecho de que fuera de plata. Además, se sabe que entre los siglos VIII-X d.C. en nuestro entorno la circulación monetaria era muy débil, siendo el trueque el principal método de transacción económica. Domenech no descarta que estuviera en uso en el siglo X, ya que el mero hecho de ser de plata le daría valor, "independientemente de la autoridad que avale la emisión".
Los entendidos apuntan que "Álava no era un territorio en el que circulasen dírhams musulmanes sino que estos lo hacían por Al-Andalus, la zona controlada por los musulmanes", por lo que estima probable que la moneda encontrada en Vitoria procediese en ese momento -siglo VIII- de alguna zona de dominio musulmán como los Pirineos Occidentales o La Rioja.
Los dírhams procedentes de Irán llegaron a la Península Ibérica en la primera mitad del siglo VIII con el sistema fiscal del imperio Omeya con capital en Damasco. "A la caja fiscal imperial llegaban las tributaciones de todas las regiones del imperio y desde allí se distribuirían según las necesidades, en este caso hacia Al-Andalus". Se sabe que fueron las primeras monedas de plata que circularon por Al-Andalus y se suelen vincular "no con circuitos comerciales" sino con el ejército, y más concretamente, con las tropas sirias que se asentaron en el sur de la península en el año 741".
Es difícil determinar, por tanto, las posibles idas y venidas de esta moneda y de sus más que probables cambios de manos posteriores a su desembarco en la península ibérica, pero como asegura García, y "aunque de un modo indirecto, puede decirse que esta moneda es uno de los pocos testimonios de la presencia musulmana en Álava que han llegado a nuestros días". "Una presencia que fue seguramente mucho más palpable de lo que sospechamos a pesar de que la frontera con el estado islámico se mantuviera siempre más allá de las Conchas de Haro, unos treinta kilómetros hacia el sur del paralelo de Gasteiz".

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