domingo, 26 de octubre de 2014

Las seis frases que destruirán tu matrimonio

Las seis frases que destruirán tu matrimonio//Por Hoy
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Hay muchos factores que pueden dañar un matrimonio: el estrés financiero, la infidelidad, y las adicciones. Recuperarse de todo esto implica una considerable cantidad de tiempo y esfuerzo de ambas partes. Pero hay una cosa que puede cambiar la calidad de un matrimonio casi al instante: ¿Qué palabras usas al hablar con tu cónyuge? Si deseas evitar discusiones, haz un esfuerzo consciente de omitir estas palabras en sus conversaciones:
“Siempre…/nunca…”
Nunca comiences una oración dirigida a tu pareja con esta frase, sin importar lo que estés sintiendo en ese momento. Es una acusación muy severa para el amor de tu vida un “Nunca me escuchas” o “Siempre llegas tarde del trabajo”, porque en primer lugar no es cierto. Además, la mayoría de las veces este comentario nace con el enojo del momento. Una mejor manera de expresar tus sentimientos es tomar un gran suspiro y decir: “A veces siento que no me escuchas y/o no me entiendes”. “¿Podemos hablar por unos minutos? Lo que te quiero decir es realmente importante para mí”, o “Estoy segura de que esas horas extra que estás trabajando han de ser muy cansadas para ti. También ha sido difícil para nuestra familia no tenerte en casa. Tal vez podamos planear algunas maneras en las que podemos tener un poco más de tiempo de calidad en familia”.
“¿Engordaste? Te veo más cachetona y la ropa ya no te queda igual que antes”
Esto básicamente es decir que tu pareja se ve mal e implica insatisfacción con su cuerpo. Nunca digas algo negativo sobre el cuerpo de tu pareja. Nunca.
“Si de verdad me quisieras, harías…”
Con esta elección de palabras estás insinuando que tu cónyuge es egoísta. En realidad, es lo opuesto. La persona que está haciendo esta solicitud está siendo egoísta al no considerar los sentimientos de su pareja. ¿Has pensado que tal vez eso que estás pidiendo es algo que incomoda a tu pareja? ¿Qué tal si lo que estás pidiendo no está dentro de su presupuesto? No sólo eso, estas palabras son manipuladoras y unilaterales. Nadie quiere verse obligado a hacer nada. Cuando se trata de las decisiones importantes que afectarán a ambas partes, es mejor si se deciden en común acuerdo, y no exigir “en nombre del amor”.
“Ojalá te fueras y no estuvieras aquí”
Lo sé. Muchos de nosotros hemos hemos pasado por esto. Tuvieron un fin de semana (o noche o vacaciones juntos) que no salió como esperabas, y sientes que distanciarse entre ustedes es la respuesta. Tomar un respiro y un poco de tiempo para calmar los ánimos y despejar la mente es buena, incluso saludable. Pero decirle a tu pareja que te gustaría que se fuera a otro lugar, o que no quieres estar cerca de él, le hace daño y lo devalúa como tu pareja y padre de sus hijos. Independientemente del argumento, no uses estas palabras. Te sugiero algo como: “Lamento que hemos tenido un par de días juntos difíciles. Tal vez podamos empezar de nuevo mañana.”
“Eres un… (palabra ofensiva).”
Le estás hablando a tu cónyuge. Tu confidente. Tu amor y pareja de vida. Incluso si se sientes que se lo merece, no lo digas. No te limites a reaccionar en una discusión, y lastimar sus sentimientos. Si tu pareja te llega a insultar, con calma di algo como: “Estoy seguro de que no hablas en serio, mejor hablemos cuando estés más tranquilo” o “Lo que me dijiste me lastimó. Cuando estés listo para hablar con respeto, podemos discutir este problema juntos.”
“El esposo de mi amiga siempre… y tú no.”
La comparación puede causar resentimiento y sentimientos de insuficiencia. Recuerda siempre la frase “Escoge a tu pareja y ama tu elección”. Esto no significa que tienes que soportar todos sus malos hábitos. Pero recuerda que la manera en la que te diriges a tu pareja les hace sentir seguros emocionalmente y que tan valorados son en la relación. Aquí hay otra manera de comunicar tus sentimientos: “¿Sabes lo que me hace sentir amada? Cuando me ayudas a lavar los platos (o con las tareas de los niños o a levantar la ropa tirada)”.
Los matrimonios son frágiles. Seamos más cuidadosos y conscientes de cómo nos comunicamos con nuestro cónyuge. El tono equivocado, la selección de palabras errónea y/o un arranque de ira pueden hacer más daño de lo que la mayoría de nosotros nos damos cuenta. Me gusta la cita de F. Burton Howard que dice en cuanto al matrimonio: “Si quieres que algo que dure para siempre, cuídalo como a un tesoro”, según el portal Familias.com.
  • Ubaldo Solís Ureña

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