martes, 31 de marzo de 2015

El día que la Torre Eiffel pudo ser española

El día que la Torre Eiffel pudo ser española

La Torre Eiffel, uno de los símbolos por excelencia de París, pudo ser española. Así, por lo menos, lo pensó su diseñador, Gustav Eiffel cuando creó el proyecto, pero Barcelona lo rechazó y se acabó convirtiendo en todo un icono de la capital francesa, que terminó de construirse el 31 de marzo de 1889 –como recuerda Google este martes con un «doodle»–.
La Exposición Universal de Barcelona de 1888 fue el acontecimiento elegido por Eiffel para su ya famosa torre, pero los coordinadores de la feria no la vieron con buenos ojos. Creyeron que 300 metros de hierro no encajaban demasiado con la estética de la Ciudad Condal y acabaron rechazando el proyecto.
Esta negativa no impidió que Eiffel continuara con su empeño y volvió a presentar su proyecto en la siguiente Exposición Universal. Era en París y los galos acogieron con los brazos abiertos la propuesta. Consideraron que la torre podía convertirse en un emblema con el que recordar aquel acontecimiento, aunque en ningún momento se barajó la posibilidad de que se quedara para siempre.
Al terminar la Exposición Universal, la Torre Eiffel iba a ser desmontada, pero entusiasmó tanto al pueblo galo que se paralizó el proyecto y todavía hoy más de 7.000 toneladas de hierro inundan el Campo de Marte en la capital francesa, recibiendo a siete millones de turistas cada año.
¿Habría tenido el mismo éxito la Torre Eiffel de haberse construido en Barcelona? Es una incógnita que nunca tendrá respuesta, pero está claro que Francia acogió la propuesta del ingeniero galo con gran alegría. Su propuesta triunfó y España se quedó sin los 300 metros de torre, así que para disfrutar en primera persona del monumento habrá que emprender rumbo a París.
Eso sí, en Torrejón de Ardoz hay una pequeña reproducción en el Parque Europa.
Fuente: www.abc.es

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