viernes, 17 de junio de 2016

4 de marzo del 1844, memorable fecha para el pueblo vegano

4 de marzo del 1844, memorable fecha para el pueblo vegano
Por Ubaldo Solís
Esta fecha, pasa desapercibida por la mayoría de los munícipes de La Vega, y por mucho tiempo fue ignorada por completo, hasta que el Ayuntamiento, mediante Resolución, declaro como de regocijo el día 4 de marzo de cada año, donde se realizan desfiles escolares y se rinde homenaje ante el prócer de nuestra nacionalidad, en el Parque Duarte, ante su busto.
Como surge esta idea, es, el profesor Francisco Torres Petiton, acucioso investigador de nuestra costumbres y raíces históricas, que le sugiere a la entonces gobernadora provincial la distinguida dama, Lourdes Mendoza de Cáceres y esta sugiere a el sindico municipal para que se haga una resolución de la Sala Capitular, para instituir ese día como festivo en ciudad de La Vega.
Proclamada la Independencia Nacional, con el grito e izamiento del lienzo tricolor en la Puerta de la Misericordia (Puerta del Conde), el 28 de Febrero 1844, el 28 del mismo mes fue enviado al Cibao, por Los Trinitarios, Pedro Ramón Mena, en compañía del Capitán Leandro Espinosa, llegado a La Vega, por el camino de Cotui, el día domingo, 4 de marzo de 1844, (año bisiesto) a las diez de la mañana.
Jovino Espinola, en un artículo publicado en el semanario Nuevo Domingo, describe lo acontecido en la ciudad de La Vega, ese día. “Ese 4 de marzo de 1844, en La Vega, un día de júbilo, pues a eso de las 120 de la mañana hubo una gran reunión en el Honorable Ayuntamiento, compuesta por una gran multitud, en la cual el padre José Eugenio Espinosa presentó a Pedro Ramón Mena, su huésped, y éste le manifestó a los allí reunidos la misión que se le había encomendado en la Puerta del Conde, y todo lo sucedido el 27 de febrero con el grito de la Libertad. Al oírle hablar el entusiasmo fue creciente de todos los veganos
Hay que resaltar que en esta ciudad todo estaba listo en espera de ese gran día redentorista que de un momento a otro vendría infaliblemente, por la cual no hubo sorpresa
Con un ¡Viva la República Dominicana!! que en arranque de patriotismo dieron el sacerdote José Eugenio Espinosa y Juan Evangelista Jiménez, que se encontraban en la reunión, y repetido con el entusiasmo de don Pepe Tavera, Juan Álvarez Cartagena, don Bernardino Pérez, don Pepe Portes, don Pepe Gómez y varios más que allí estaban
Al oír decir en esa reunión al coronel Toribio Ramírez que él con los guardias nacionales que tenia la honrar de mandar, le pondría a los haitianos la más formidable resistencia. ¡Exclamando poniéndose de pie y dijo en alta y viril voz: “ pues yo, en nombre de la guardia nacional y el pueblo de La Vega, me pronunció por la República Dominicana. ¡Viva la República Dominicana! ¡Viva la Libertad! ¡Viva la Religión! ¡Separación de los haitianos o muerte!”
Oficiales haitianos presentes; Capitán Phillipeau, Teniente Nuelo, Teniente Juan Francisco Guillermo y otros más que integraban la Guardia Nacional, se adhirieron a la causa dominicana con decidida lealtad.
En ese instante, Juan Evangelista Jiménez dice “¡LA BABDERA ANTE TODO!, nombrándose en lo inmediato una comisión conformada por; el padre José Eugenio Espinosa, don Pepe Tavera, don Pepe Portes, Juan Evangelista Jiménez y Juan Álvarez Cartagena, quines salieron del Ayuntamiento, hasta la residencia de Las Hermanas Villa del Orbe.
Que al entregar el lienzo Patrio, ideado por el fundador de nuestra nacionalidad Juan Pablo Duarte, las heroínas veganas, expresaron; “¡veganos: esta es la Bandera Dominicana de la naciente República, en sus manos la ponemos; defendedla y cuidadla con el mismo amor y entusiasmo con que nosotras la hemos confeccionado, guardado y entregado”. Palabras de Manuela Villa del Orbe (nenita)
Las palabras de las señoritas Villa fueron contestadas galantemente por el abogado don Pepe Tavera. Ya en la esquina del ayuntamiento, situado donde en la actualidad se levanta el edificio del entonces aristocrático Casino Central (en estado de ruina hoy en día), fue izada la bandera de la Patria, acariciada por el sol, besada por la brisa por primera vez en el Cibao, el 4 de marzo de 1844, bajo el cielo azul vegano.
Don Federico García Godoy, en su obra Rufinito; dice “La venida al cibao de Juan Evangelista Jiménez, el ardoroso patriota, fue para los veganos, como la de un Mecía, larga y ansiosamente esperado. El audaz y fervoroso propagador de las ideas separatistas los contagió con su hondo e impetuoso entusiasmo.
Prendió con sus espíritus el fuego anunciador de próximas e inevitables redenciones. Los confortó y vigorizo para la lucha que se avecinaba. No faltó uno que otro pesimista o tímido, pero el momento no era favorable para que prosperasen augurios siniestros; en aquel ambiente de cálido patriotismo, se empequeñecía hasta esfumarse, falto de pábulo, cunado se enderezaba a separarse de las esperanzas que a manera de visiones luminosas, contemplaba cada cual en cercanos horizontes.
Dada de ahí la correspondencia sostenida por dos o tres de los Dones con los principales trinitarios y su conocimiento de la marcha a de los trabajos separatistas, circunstancia que, en gran parte determino la cariñosa adhesión de algunos de ellos a los hombres del 27 de febrero.
Ellos o la mayoría de ellos, veían en Duarte la figura principal, el prestigio más alto, el símbolo viviente y radiante de la recién conquistada Independencia. Por lo expresado, Duarte era para los veganos el ideal supremo, el soporte de la nacionalidad
:Fuentes Consultadas
La Vega Histórica, de Jovino R. Espinola, volumen 1, Ediciones Fedilibro, 2005
Historia de la Concepción de La Vega, de Guido Despradel Batista, Imprenta La Palabra, La Vega, 1938,
Resplandores de Gloria, de Carmen Lara Fernández, Editora Montalvo, Ciudad Trujillo, Rep. Dom. 1945,
José Grabiel García, Compendio de Historia de Santo Domingo, T, II
Resplandores de Gloria,
Rufinito, de Don Federico García Godoy,
Cuaderno, La Concepción de la Vega y Las Gestas Liberadora de
Cesar Arturo Abreu Fdez. Enero 2003, Impresora Universal, La Vega,

Ubaldo Solís Ureña

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